Las cifras son desalentadoras y todavía más desgarradoras las historias de salvadoreños que en 2021 murieron cuando estaban cerca de alcanzar el “sueño americano”. Una joven universitaria santaneca arrollada a solo horas de tocar suelo estadounidese figura en los documentos de víctimas salvadoreñas fallecidas en su viaje, también el de una madre de 36 años de Sonsonate, que consiguió que su hija cruzara a EE.UU., pero ella murió antes de reencontrarse, víctima de deshidratación, una causa que también arrebató la vida a un joven de 26 años cuya identidad no se conoce pero que fue localizado en una reserva forestal en Arizona luego de pedir auxilio.
Así la vida de la joven Josselyn Sofía Flores de 21 años, y de una madre identificada como Rosario Yanira Girón de Orellana, son dos destino con el común denominador de una tragedia que se repitió en la vida de al menos 13 migrantes salvadoreños fallecidos en la frontera sur de E.UU. en 2021.
Aquí el informe del Migrantes Desaparecidos de la OIM-2021
El número es aún poco probable que quede en una docena, porque a decir del observatorio de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) todavía hay cientos de cuerpos y restos que no han sido identificados y ahí podría haber más víctimas de El Salvador y de los vecinos centroamericanos.
Según los registros de los 13 connacionales identificados como fallecidos, dos corresponden a mujeres y 11 a hombres, cuyas muertes fueron reportada por las autoridades y medios de comunicación del sur de Texas y Arizona, donde el clima es agresivo, la geografía mortal y el tráfico de migrantes un peligroso negocio.
Según un reciente informe anual divulgado por el Proyecto Migrantes Desaparecidos (PMD) de la OIM, la frontera entre EE.UU. y México ha sido la más mortífera para los migrantes en el continente. “Al menos 651 personas han muerto al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos este año, la mayor cifra anual desde que la OIM comenzó a documentar las muertes en 2014”, señala el organismo de Naciones Unidas.
Y la alerta no es para menos, además de los riesgos migratorios en toda la ruta hasta este punto colindante en Norteamérica la cuota de muerte de los migrantes corresponde a un poco más de la mitad registrada en toda América donde se perdieron 1.060 vidas, según cifras del PMD.
Las más de de 3.500 muertes que hemos documentado en la frontera entre Estados Unidos y México (2014-2021) significan que esta es una de las fronteras más mortíferas en el mundo”, recalca la OIM, y dice que identificar a las víctimas resulta difícil porque no existen mecanismos e investigadores para este fin, sino solo la mera localización y registro de la víctima. “Más del 40% de los datos sobre todos los incidentes documentados por el PMD en las Américas provienen de fuentes de los medios de comunicación”, señala el observatorio.
Las voces de las familias están en el centro de nuestra investigación. Sin embargo, las familias han sido marginadas e invisibilizadas en los discursos sobre las muertes y desapariciones de personas migrantes”. Marta Sánchez Dionis, investigadora socio-legal de GMDAC de la OIM.
El panorama sigue siendo desalentador entre la ruta Centroamérica, México y la frontera sur de EE.UU., en todo el tramo la OIM registra, en lo que va de este año, 821 migrantes fallecidos: la principal causa son los accidentes de tránsito (162), seguidos de falta de comida, agua y refugio (142) y ahogamiento (108).
Una prologada trampa mortal
La franja fronteriza sur entre Estados Unidos y México tiene una longitud de 3.145 km con terrenos difíciles y geografía irregular, desiertos impenetrables, fatigosos y ríos caudalosos, y es ahí donde muchas de las vidas de los migrante terminan.
En su portal missingmigrants.iom.int del Proyecto Migrantes Desaparecidos detalla que de las 651 muerte en la frontera sur de EE.UU. se desconoce cuál fue la causa y la identidad de 291 víctimas; 135 murieron debido a condiciones climática o falta de refugio, alimentos y agua; 83 ahogadas; 71 en accidentes de tránsito; 45 por violencia; 17 por muerte accidental y 9 ligadas a enfermedades crónicas y covid-19.
Los meses con reportes con más muertes de migrantes fueron agosto (101),junio (98), octubre (68), periodos que coinciden con altas temperaturas. Cinco de las muertes salvadoreñas ocurrieron en agosto en el sur de Texas.
El creciente número de muertes de migrantes en la región es altamente alarmante". Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para América Central, del Norte y el Caribe.
Las muertes en las rutas que atraviesan México también son difíciles de documentar. No obstante, la OIM contabiliza más de 750 vidas perdidas durante los procesos migratorios desde 2014, excluyendo las que se producen cerca de la frontera norte con Estados Unidos.
Los expertos y organismos lamentan que en toda Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, los procesos en vigor para buscar a las personas migrantes desaparecidas no son accesibles ni eficaces, y que es por ahora la sociedad civil la que llena ese doloroso vacío de buscar, identificar y cerrar los dolorosos capítulos de la vida de los migrantes.